Monitoreo fetal intermitente

Sé que probablemente has oído hablar del término «monitor fetal» pero es posible que no sepas muy bien, qué es, para qué se usa y que tipos hay. Yo te lo cuento…

Te voy a hablar, de forma rápida y sencilla, de la monitorización electrónica fetal, es decir de cómo se controla el bienestar del bebé a lo largo del parto

¿Qué es la monitorización y para qué sirve?

 La monitorización fetal es un método de control de bienestar de tu bebé, ofrece información sobre su frecuencia cardíaca y sus cambios, ayudando a comprobar cómo se encuentra tu bebé a lo largo del parto. Puede ser CONTINUA o INTERMITENTE. A priori, podría parecerte mucho mejor que controlen a tu bebé de forma continuada. Pero la evidencia nos ha demostrado, que esto se traduce en muchas ocasiones, en interpretaciones erróneas de los resultados y mayor intervención médica.

monitorización discontinua

¿Cuál es la mejor opción entonces auscultación continua o intermitente?

La evidencia es clara: la auscultación continua solo debe usarse en partos medicalizados. Por ejemplo: si es una inducción, si se usa mediación o si hay una epidural, también está indicada en caso de mujeres con alguna patología que así lo indique. En el resto de casos, la evidencia es clara recomienda la auscultación o monitorización discontinua o intermitente, realizada por tu matrona, con un doppler manual de forma regular

La auscultación intermitente es por tanto la forma más efectiva para evaluar el bienestar fetal en embarazos sin complicaciones. Sin embargo, de manera rutinaria se utiliza la monitorización continua.

¿Por qué? Te voy a ser sincera y la respuesta no es agradable. Porque es más cómodo para el hospital, porque la monitorización intermitente requiere más presencia de matronas, una figura que como sabrás escasea en nuestro sistema de atención sanitaria y si no hay suficientes matronas en turnos, no hay monitorización intermitente.

Es fundamental cuestionar y reevaluar las prácticas médicas que no estén respaldadas por evidencia sólida

Corte tardío del cordón

Corte óptimo del Cordón

Respetando la fisiología con evidencia

Hace tiempo que la evidencia científica sugiere que el pinzamiento tardío y el pinzamiento óptimo del cordón son la mejor opción frente a la práctica de corte prematuro tan normalizado años atrás. Como muestran los estudios, retrasar el corte del cordón ofrece es una práctica que aboga por respetar la fisiología natural del parto y ofrece multitud de beneficios a l@s recién nacid@s tanto en casos de nacimiento a término, como prematur@s e incluso en nacimientos por cesárea.

Beneficios del pinzamiento óptimo y tardío

  • Mayor aporte de hemoglobina.
  • Menor riesgo de anemia durante el primer año de vida.
  • Mayor aporte de células madre.
  • Mayor peso al nacer.
  • Menor riesgo de hipoxia al nacer.
  • Mejores habilidades motoras, finas y sociales a la edad de 4 años, indicando efectos positivos en el neurodesarrollo a largo plazo.
  • Menor riesgo de complicaciones en bebés prematuros, como hemorragia ventricular, enterocolitis necrotizante o necesidad de transfusión sanguínea.

➡️ Los principales organismo internacionales relacionados con la salud reproductiva femenina, han unificado sus criterios recomendando el abandono del pinzamiento temprano del cordón umbilical. Hablamos así de instituciones tan importantes como la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Royal College of Obstetricians and Gynaecologists (RCOG) de Inglaterra, el Royal College of Midwives (RCM) y el American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) de Estados Unidos.

Conclusión

Conclusión: El pinzamiento tardío del cordón umbilical emerge como una práctica respaldada por sólida evidencia científica. Al respetar la fisiología natural del parto, se garantiza una transición más segura y saludable para el recién nacido. La magia del nacimiento radica en comprender y respetar los procesos naturales que han evolucionado para el beneficio de la madre y el bebé.

El Parto: Trabajando en Armonía con tu Cuerpo

El parto es un acontecimiento asombroso, emocionante y trascendental, un proceso fisiológico e involuntario que el cuerpo de la mujer lleva a cabo con maestría. Aunque no podemos prever su desarrollo exacto, sí podemos contribuir a este proceso y apoyar a nuestro cuerpo con diferentes herramientas.

¿Cómo podemos hacerlo?

  1. Ocupando el Lugar que Mereces: Reconocerte como protagonista y de tu parto es clave. Elige tomar un papel activo en el proceso de parto, tomando decisiones informadas que te hagan sentir en control y segura.
  2. Cuenta con Herramientas: Herramientas como la respiración consciente son invaluablemente útiles. Controlar tu respiración te permite influir en el sistema nervioso, manteniendo la calma y fomentando una descarga hormonal adecuada.
  3. Movimiento y Adaptabilidad: Adopta diversas posturas durante el parto. Como se suele decir, en la variedad, está el gusto. Estar en movimiento y cambiar de posición es clave para facilitar el viaje de tu bebé a través del canal de parto. La flexibilidad física es una metáfora de la adaptabilidad emocional que también necesitas.
  4. Entorno y Acompañamiento: El entorno y las personas que te rodean desempeñan un papel esencial. Transformar el ambiente hospitalario y contar con un compañero informado que te brinde seguridad y tranquilidad es sin duda la mejor de las herramientas.

El viaje de parto es único y personal, lleno de emociones, de intensidad, alegría, dudas….Cada contracción, cada movimiento, cada suspiro es una expresión de tu capacidad y fortaleza. Así que, abraza la experiencia y confía en tu cuerpo.

Te comparto mis 3 claves principales, para una experiencia de parto positiva

  • Respiración: Una aliada para controlar el sistema nervioso y las hormonas.
  • Movimiento: Tu cuerpo y tu bebé trabajan juntos, adáptate y fluye.
  • Entorno y Compañía: Crea un espacio que te haga sentir segura y respetada. Acompáñate de una pareja informada y con las herramientas adecuadas para acompañar tu viaje

El parto es más que un acto biológico, es un viaje emocional y espiritual lleno de empoderamiento. Si bien no podemos controlar todos los aspectos, podemos influir en cómo los enfrentamos. A medida que te sumerges en esta experiencia única, recuerda que estás diseñada para esto, eres fuerte y capaz de abrazar cada momento, independientemente de cómo se desarrolle. ¡Confía en ti misma y en el proceso maravilloso que es el parto!

Maternidades ajenas, en cuerpos propios

¿Te has enterado de la controversia reciente en torno a Pedroche? La semana pasada, se desató un revuelo en redes (otra vez). Sin embargo, en lugar de entrar en valoraciones sobre Cristina o su experiencia, quiero aprovechar esta situación para recordarte algo esencial.

La maternidad, ese camino que abarca el embarazo, el parto y el posparto, es un viaje profundamente personal y único. Está influido por una serie de factores: algunos internos, otros familiares, sociales e incluso económicos. En esta aventura, no hay un estándar que funcione para todas, ya que todas nosotras somos individuales, únicas, y ciertamente, no todas somos Pedroche. Ni Pedroche, ni tu vecina.

Desde las decisiones más sencillas, como optar por hacer o no deporte durante el embarazo, hasta elegir qué marca de vitaminas tomar, todo está influenciado por nuestras circunstancias personales. E incluso decisiones más significativas, como dónde dar a luz y con qué profesional, o si buscar el apoyo de psicólogas o asesoras de lactancia en el posparto, están moldeadas por las realidades que rodean nuestra vida (una vez más, hablamos de situación personal, familiar y económica).

Recuerda siempre: lo que ves en la vida de Pedroche (u otra influencer o mujer) es su realidad, basada en su vida y sus circunstancias. Por favor, evita compararte, no te juzgues ni sientas que hay algo erróneo en ti o en tu cuerpo si no estás viviendo la maternidad exactamente como lo hace ella (o como otras mujeres).

No caigas en la trampa de buscar fuera los referentes de lo que debería ser la maternidad. Cada mujer experimenta este viaje de manera única, al igual que vivimos las relaciones humanas, el amor o la vida en general de formas diferentes.

La Guía para una Maternidad Auténtica

En lugar de compararte, te animo a que te escuches a ti misma. Escucha las necesidades de tu cuerpo, tus deseos y tus limitaciones.

Infórmate adecuadamente. Conoce tus opciones, comprende las diferentes perspectivas y toma decisiones basadas en el conocimiento.

Vive tu experiencia. Abraza cada momento de tu viaje, aceptando tanto los desafíos como las alegrías.

Tú y tu bebé sois un equipo único. Tu cuerpo es excepcional, y tu camino es tuyo y solo tuyo. Asegúrate de rodearte de profesionales de confianza y de personas que aporten positividad a tu experiencia.

En resumen, la maternidad es un trayecto lleno de matices y personalidad. No permitas que las comparaciones te roben la alegría y la autenticidad de tu experiencia. Eres una mujer única y valiosa, y tu viaje merece ser celebrado en todas sus formas.

Las Hormonas en el Embarazo y el Parto: Conociendo tu cuerpo

El embarazo y el parto son momentos de profundos cambios en el cuerpo de una mujer, y gran parte de estos cambios son orquestados por un grupo esencial de mensajeros químicos: las hormonas. Estas sustancias bioquímicas juegan un papel fundamental en el proceso, coordinando diversas funciones para garantizar un embarazo saludable y un parto seguro. A continuación, te hablo del impacto y la importancia de cuatro hormonas clave durante este período: la oxitocina, las beta-endorfinas, la epinefrina y norepinefrina, y la prolactina.

1. Oxitocina: El Vínculo del Amor y el Parto

La oxitocina, conocida como la «hormona del amor», tiene múltiples roles en la vida del ser humano, especialmente importantes durante el embarazo y el parto. Además de desencadenar sensaciones de amor y conexión, esta hormona desempeña un papel crucial en el parto al provocar contracciones uterinas. A medida que el parto avanza, los niveles de oxitocina aumentan, asistiendo en el proceso de acompañar al bebé hasta tus brazos. Esta hormona no solo contribuye a la reducción del estrés y el alivio del dolor durante el parto, sino que también establece la base para la lactancia al estimular el reflejo de subida de leche.

2. Beta-endorfinas: La Dulce Anestesia Natural

Las beta-endorfinas, conocidas como las «hormonas del placer», actúan de manera similar a los analgésicos naturales. Durante el parto, estas sustancias desempeñan un papel fundamental en la reducción del dolor y en la supresión del sistema inmunológico para evitar respuestas adversas al bebé. Mantener la calma durante el parto puede ser crucial, ya que el estrés excesivo puede liberar una sobrecarga de beta-endorfinas que podrían interferir con la oxitocina y ralentizar el proceso. Además, estas hormonas preparan los senos para la lactancia y contribuyen al desarrollo pulmonar final del bebé.

3. Epinefrina y Norepinefrina: La Empujón de Energía

Epinefrina y norepinefrina, más conocidas como adrenalina y noradrenalina, respectivamente, son las «hormonas de lucha o huida». Si bien su función principal es activarse en situaciones de estrés, también desempeñan un papel clave en el parto. En las últimas etapas del parto, el aumento de estas hormonas puede estimular las contracciones, acelerando el proceso. Curiosamente, estas hormonas también ayudan a proteger al bebé al estimular la producción de prostaglandinas y cortisol, lo que contribuye a las contracciones y a la adaptación del bebé a las demandas del parto.

4. Prolactina: Nutriendo la Maternidad

La prolactina, considerada la «hormona de la maternidad», se eleva durante el embarazo y alcanza su punto máximo en el momento del alumbramiento. Además de ser la principal hormona de la lactancia, la prolactina también está involucrada en la preparación de los senos para amamantar. Tanto la madre como el bebé producen prolactina, estableciendo un vínculo crucial en la fase inicial de la maternidad.

En resumen, las hormonas desempeñan un papel fundamental en el embarazo y el parto, guiando una serie de funciones clave para garantizar el bienestar tanto de la madre como del bebé. Comprender cómo estas hormonas interactúan y afectan el proceso puede ayudar a las futuras madres a enfrentar este período con mayor conocimiento y confianza.

Feliz día a nuestras matronas

Las matronas son un seguro de calidad en la asistencia a las mujeres en todos los procesos de su vida.

Está comprobado gracias a diversos estudios y a la evidencia, que los partos atendidos exclusivamente por matronas, tienen tasas menores de instrumentalización, menor uso de epidural, menor tasas de episotomías y desgarros y mayor satisfacción por parte de las mujeres usuarias del sistema de salud. Igualmente el seguimiento de la salud por matronas reduce el número de muertes intrauterinas y de abortos. Cada vez tenemos menos matronas, en los próximos años se jubilarán el 60% de las que actualmente hay en activo y teniendo en cuenta, que ya tenemos escasez de matronas, el futuro de los cuidados de la mujer no es muy alentador. Las matronas salvan vidas, luchemos por sus derechos y los nuestros. Feliz día a todas las matronas ❤️

Intervenciones en el parto, y ahora, ¿qué?”

Todos los meses compartimos una charla de educación maternal entre las mujeres que acuden a las clases de yoga. En ella hablamos de todo lo que os preocupa, o las dudas que van surgiendo con respecto al parto y al posparto.

El otro día, una de las mujeres compartía que llevaba tiempo dándole vueltas a la siguiente cuestión:

Hablamos mucho del parto fisiológico, pero cuando no se da ¿Qué?. ¿Cómo lidiamos con estas situaciones?

Te voy a dar mi opinión, y ¡Estaré encantada de escuchar la tuya si la quieres compartir!

Creo firmemente que la clave está en la información y la toma de decisiones. Qué te hagan participe de lo que sucede y de las opciones o las decisiones a tomar sobre tu cuerpo y tu bebé, es clave para sentirte protagonista y no observadora de tu parto.

La sensación de satisfacción con respecto al parto no depende de que sea o no fisiológico, si no de si te has sentido escuchada, respetada y parte activa del proceso.

Por eso es clave tener un método claro de toma de decisiones. Os he hablado en alguna ocasión del método B.R.A.I.N, pero no es la única manera de tomar decisiones, aquí os comparto algunas claves a tener en cuenta a la hora de decidir con seguridad:

✅Estar informada: De lo que sucede y de por qué se valora una intervención (rotura de bolsa, oxitocina, cesárea…)

✅Conocer los riesgos: Tanto de la situación como de la intervención que se propone.

✅Conocer las alternativas: Saber que opciones tienes en este nuevo escenario.

✅Urgencia: Tener una imagen real de la situación y saber cómo de urgente es intervenirla y si se puede o no esperar.

✅Reflexión: Tomarte un minuto a solas con tu pareja para valorar la situación y tomar decisiones.

En ocasiones puede ser necesaria una intervención, estar informada de riesgos y alternativas nos ayuda a comprender el nuevo escenario y nos ayuda a tomar decisiones sobre el parto, lo que se traduce en mayor tranquilidad y satisfacción.

El parto es sexual (quédate y te cuento más)

La misma energía que puso al bebé dentro, traerá al bebé fuera.

Ina May
Imagen: Santa Cruz Birth Photography and Doula

¿Sabías que en el parto están implicadas las mismas hormonas que en el sexo? El parto forma parte de la vida sexual y como todo proceso sexual, necesita intimidad, seguridad y respeto

Las mismas hormonas que segregamos durante las relaciones sexuales son las que necesitaremos el día del parto para el óptimo desarrollo del mismo. Oxitocinas, endorfinas y adrenalina (está última en su justa medida y en el momento precios, para favorecer el reflejo de eyección del bebé, justo en el expulsivo). Cómo ves el parto no está naturalmente enfocado en el dolor o el miedo, si no en el gozo y el disfrute.

El parto está diseñado para suceder, la mujer solo debe entregarse, apagar la mente  rendirse al instinto. Sí, se que suena poco civilizado y nos han dicho que nos comprometemos de manera contraria toda la vida. Pero resulta que parimos desde el cerebro arcaico, desde la parte más mamífera y animal, la más antigua de nuestra anatomía, la menos civilizada, la más salvaje, la que no tiene espacio en el aspecto social. 

Dejarte llevar, apagar la mente racional y entregarte a la experiencia, al igual que haces durante una relación es la clave. Olvidarte del decoro social y de todo lo que te han dicho sobre cómo debes comportarte.

¿Te suena esto? Cierra las piernas, siéntate recta, no te muevas, no te manches, sonríe, cuidado que te despeinada, no corras, no te tires al suelo…..

Imagen: Gburtsreportage

Pues yo te digo, en tu parto: suéltate el pelo, muévete, tírate al suelo, chilla si lo sientes, gruñe o gime, emitir sonidos activa el nervio vago, que regula es sistema nervioso parasimpático, que a su vez nos ayuda a mantenernos en calma y relajación y esto nos conduce a una descarga hormonal adecuada. En tu parto deja espacio al disfrute y sé libre.

Sé que suena fácil de decir, pero todo esto conlleva un trabajo profundo de deconstrucción, de reconexión con nuestros cuerpos y de conocer e informarnos de nuestros procesos.

Si quieres conocer en profundidad cómo es el proceso de parto y tener herramientas sencillas y eficaces adecuadas para cada momento, echa un vistazo a nuestros talleres de maternidad.

Preparación al parto en pareja
Talleres de Maternidad

El parto es sexual

La misma energía que puso al bebé dentro, traerá al bebé fuera

Ina May

¿Sabías que en el parto están implicadas las mismas hormonas que en el sexo?

El parto es un proceso sexual y como tal, necesita intimidad, seguridad y respeto.

Las mismas hormonas que segregamos durante las relaciones sexuales son las que necesitaremos el día del parto para el óptimo desarrollo del mismo. Oxitocinas, endorfinas y adrenalina (está última en su justa medida y en el momento precios, para favorecer el reflejo de eyección del bebé, justo en el expulsivo).

El parto está diseñado para suceder, la mujer solo debe entregarse, apagar la mente  rendirse al instinto. Sí, se que suena poco civilizado y nos han dicho que nos comprometemos de manera contraria toda la vida. Pero resulta que parimos desde el cerebro arcaico, desde la parte más mamífera y animal, la más antigua de nuestra anatomía, la menos civilizada, la más salvaje, la que no tiene espacio en el aspecto social.

Dejarte llevar, apagar la mente racional y entregarte a la experiencia, al igual que haces durante una relación es la clave. Olvidarte del decoro social y de todo lo que te han dicho sobre cómo debes comportarte.

¿Te suena esto? Cierra las piernas, siéntate recta, no te muevas, no te manches, sonríe, cuidado que te despeinada, no corras, no te tires al suelo…..

Pues yo te digo, en tu parto: suéltate el pelo, muévete, tírate al suelo, chilla si lo sientes, gruñe o gime, emitir sonidos activa el nervio vago, que regula es sistema nervioso parasimpático, que a su vez nos ayuda a mantenernos en calma y relajación y esto nos conduce a una descarga hormonal adecuada..
En tu parto deja espacio al DISFRUTE y sé LIBRE.

Como superar el miedo al parto

El miedo al parto es uno de los temas recurrentes cuando hablo con vosotras. Pero ¿De dónde viene este miedo?, ¿Cómo podemos evitar que controle nuestra experiencia de parto?. Quédate y te lo explico en este Blog.

¿Por qué el parto genera miedo?

Te voy a contar un secreto, no es el parto en sí el que genera miedo, si no lo que nos han contado que es el parto. No creo que se pueda señalar un único responsable y como siempre, cada persona desde su vivenca alberga diferentes miedos que tienen diferentes raíces. Pero a modo general te diré que los responsables del miedo que tenemos al parto, son en realidad varios, yo los llamo, «los DES» y vamos a ponerles nombre:

LO DESCONOCIDO

LA DESINFORMACIÓN

LA DESCONEXIÓN

Te recomiendo leer el artículo completo, pues está lleno de información que puede nutrirte y «hacerte ese click» que necesitas, pero si no tienes tiempo o ganas de leerlo todo, puedes consultar la conclusión al final del texto en color azul.


Los «DES» tienen una raíz común, son miedos culturales: Estos miedos son heredados o aprendidos. Los recibimos del entorno, no sabemos si son reales o no, pero los asumimos e integramos como ciertos. Historial familiar de «malos partos», conceptos sociales aprendidos e instalados en el pensamiento colectivo: «el parto duele», «el parto es peligro». Imágenes instaladas en nuestro subconsciente de películas en las que se muestran mujeres tumbadas sufriendo y gritando. Estas son las únicas referencias que tenemos del parto en nuestra sociedad: El cine, la televisión, las experiencias que otras mujeres cuentan. Es decir:

Carecemos de información de primera mano o de vivencias relacionadas con el nacimiento

Vamos a desmontar los «DES»

LO DESCONOCIDO

Esta es la base de la mayoría de nuestros miedos. No tenemos ni idea de cómo funciona nuestro cuerpo y mucho menos cómo lo hace durante el parto. ¿Cómo es el parto?, ¿qué fases tiene?, ¿qué sensaciones físicas puedo sentir?, ¿cómo es una contracción y cuánto dura?, ¿cómo funciona mi cuerpo?.

La información te brinda: calma y seguridad.

Saber qué va a suceder en tu cuerpo te hará sentir segura con respecto al proceso de parto. Cuando no sabemos y surgen dudas recurrimos al «imaginario colectivo» de lo que es el parto, que es una construcción social de historias y narrativas irreales (como esas películas de Hollywood que te mencionaba antes) TU PARTO NO ES UNA PELÍCULA, olvídate de lo que hayas visto y oído hasta ahora.

¿Qué puedes hacer?

Informarte sobre el proceso de parto

Seguir en RRSS a profesionales ACTUALIZADOS.

Leer: Libros, artículos, escuchar podcasts

Acudir a clases de Preparación al parto y talleres de maternidad


LA DESINFORMACIÓN

Esta es peor que el desconocimiento, porque asumimos como reales, datos e historias que no son, ni por asomo se acercan a la realidad de un parto. Puedes encontrar toneladas de información poco precisa o directamente falsa cuando navegas en las redes sociales, en medios de comunicación o incluso en consultas médicas (por ejemplo: vamos a inducirte porque has pasado la semana 40 y es peligroso).

Luego está lo que yo llamo historias de segunda mano, «Me contaron que a la hija de….le pasó esto en el parto» estas historias pasan de boca en boca desvirtuándose hasta que llegan a nosotras y las procesamos y almacenamos en nuestros subconsciente como válidas, alimentando nuevos o viejos miedos. LAS EXPERIENCAS DE OTRAS PERSONAS SON SUYAS.

¿Qué puedes hacer?

Ser muy crítica con la información que recibes

Poner límites a las historias que te llegan

No asumir todo lo que escuchas como cierto

Contrastar todo lo que no «te encaje»

Hablar con una profesional que te de información clara sobre tus dudas y miedos


LA DESCONEXIÓN

La desconexión es una de las formas más crueles con las que se perpetua el miedo. Podemos hablar de desconexión a muchos niveles. A nivel corporal, la falta de confianza en nuestros instintos y nuestra fisiología perpetúa el miedo de que «algo salga mal». Quiero recordarte en este punto, que el parto es un acto involuntario que el cuerpo lleva a cabo de manera absolutamente mecánica y natural, como puede ser el respirar, el hacer la digestión o el dormir y volver a despertar. ESTÁS DISEÑADA PARA PARIR. Créetelo porque no necesitas más que esa certeza. Claro que puede surgir una complicación, lo mismo que durante cualquier otro acto fisiológico, pero no somos imperfectas, nuestros cuerpos saben volver al equilibrio y tenemos la suerte de contar con un equipo médico que nos asiste.

La segunda desconexión es la cultura: Estamos desconectadas socialmente de la comunidad. Antes vivíamos en pequeños núcleos, tías, hermanas, abuelas, primas. Todas estaban cerca unas de otras, se cuidaban, acompañaban e incluso ayudaban o acompañaban los partos con la comadrona. Pregúntale a tu abuela, seguro que ha visto parir a su prima, o ha estado presente en los cuidados del posparto.

El estar desconectadas de nuestra tribu, nos ha desconectado también de nuestros procesos, de ver parir y maternar a nuestras mujeres.

¿Qué puedes hacer?

Incluir prácticas que te ayuden a conectar con tu cuerpo, como el yoga o la meditación

Practica la autoescucha, analiza tus miedos y pensamientos con respecto al parto, te ayudará a ponerles solución a través de la información

Encontrar tu tribu, rodearte de mujeres que como tú están embarazadas o han sido madres

Vivir tu embarazo acompañada de pareja y familia y hacerles partícipes de tus necesidades


Conclusión:

RE-conoce tus miedos (para poder derribarlos)

En la mayoría de ocasiones los miedos no tienen un fundamento REAL se basan e ideas colectivas de lo que es o lo que nos han contado que es el parto. Socialmente el parto se asocia con dolor, indefensión y peligro, pero esto dista mucho de la realidad. Escúchate, ponles nombre y ve derribándolos uno a uno, busca asesoramiento profesional si lo necesitas (matrona, doula, psicóloga perinatal). Técnicas como el hipnoparto y la meditación te pueden ayudar a mantener los miedos a raya.

Curso de hipnoparto en pareja
Servicio de acompañamiento: Doula

Sé crítica y busca información REAL

Protégete, elige de que información «te alimentas» lo mismo que seleccionas cuidadosamente los alimentos que consumes. Nutrirte con información real y de calidad te permitirá comprender el proceso de parto y te ayudará a sustituir los miedos por seguridad . Clases de preparación al parto en pareja, talleres de maternidad o personal actualizado pueden ser muy valiosas para ti.

Talleres de maternidad
Preparación al parto en pareja

Encuentra tus herramientas

Explora cual es lo que mejor te funciona para sentirte segura y en calma y agrégalo a tu rutina. Puede ser meditar, hacer yoga, nadar o simplemente llevar un diario dónde apuntar lo que necesites, miedos, dudas, agradecimientos…

Yoga prenatal
Ceremonia Prenatal
Masaje con Rebozo

Encuentra tu comunidad

No estás sola, busca una red que te sostenga, te escuche y te ayude a sentirte bien. Compartir tus inquietudes y sentimientos es fundamental en esta etapa. Clases de yoga, de matronatación o grupos de madres pueden serte útiles.

Yoga prenatal

Y recuerda:

El parto es tu cuerpo expresando de manera magistral su capacidad de llevar un embarazo a término, un despliegue de fisiología y naturalidad, que poco tiene que ver con un evento al que temer.