Maternidades ajenas, en cuerpos propios

¿Te has enterado de la controversia reciente en torno a Pedroche? La semana pasada, se desató un revuelo en redes (otra vez). Sin embargo, en lugar de entrar en valoraciones sobre Cristina o su experiencia, quiero aprovechar esta situación para recordarte algo esencial.

La maternidad, ese camino que abarca el embarazo, el parto y el posparto, es un viaje profundamente personal y único. Está influido por una serie de factores: algunos internos, otros familiares, sociales e incluso económicos. En esta aventura, no hay un estándar que funcione para todas, ya que todas nosotras somos individuales, únicas, y ciertamente, no todas somos Pedroche. Ni Pedroche, ni tu vecina.

Desde las decisiones más sencillas, como optar por hacer o no deporte durante el embarazo, hasta elegir qué marca de vitaminas tomar, todo está influenciado por nuestras circunstancias personales. E incluso decisiones más significativas, como dónde dar a luz y con qué profesional, o si buscar el apoyo de psicólogas o asesoras de lactancia en el posparto, están moldeadas por las realidades que rodean nuestra vida (una vez más, hablamos de situación personal, familiar y económica).

Recuerda siempre: lo que ves en la vida de Pedroche (u otra influencer o mujer) es su realidad, basada en su vida y sus circunstancias. Por favor, evita compararte, no te juzgues ni sientas que hay algo erróneo en ti o en tu cuerpo si no estás viviendo la maternidad exactamente como lo hace ella (o como otras mujeres).

No caigas en la trampa de buscar fuera los referentes de lo que debería ser la maternidad. Cada mujer experimenta este viaje de manera única, al igual que vivimos las relaciones humanas, el amor o la vida en general de formas diferentes.

La Guía para una Maternidad Auténtica

En lugar de compararte, te animo a que te escuches a ti misma. Escucha las necesidades de tu cuerpo, tus deseos y tus limitaciones.

Infórmate adecuadamente. Conoce tus opciones, comprende las diferentes perspectivas y toma decisiones basadas en el conocimiento.

Vive tu experiencia. Abraza cada momento de tu viaje, aceptando tanto los desafíos como las alegrías.

Tú y tu bebé sois un equipo único. Tu cuerpo es excepcional, y tu camino es tuyo y solo tuyo. Asegúrate de rodearte de profesionales de confianza y de personas que aporten positividad a tu experiencia.

En resumen, la maternidad es un trayecto lleno de matices y personalidad. No permitas que las comparaciones te roben la alegría y la autenticidad de tu experiencia. Eres una mujer única y valiosa, y tu viaje merece ser celebrado en todas sus formas.

El embarazo como vivencia integral

En mis talleres de embarazo consciente, intento transmitir a las mujeres la idea de vivir el embarazo de una manera integral. Más allá del acto físico de gestar, en el que nuestro sistema de salud encorseta el embarazo, más allá de embarazos prolongados, de alto riesgo, de bajo riesgo, de patologías; Mucho más allá (y no tanto a la vez) la gestación es una vivencia global, que se desarrolla a su vez en el plano emocional y espiritual. Es una experiencia que toca todos los aspectos de nuestro cuerpo, mente y alma femenina.

A veces, cuando hablamos de espiritualidad, pensamos en religión, y esta idea se queda muy corta y es totalmente errónea. El aspecto espiritual del embarazo, para mi, reside en el acto trascendental y sagrado de gestar vida. ¡Gestar vida!, ¿puede acaso no ser una experiencia espiritual?. Ciertamente lo es, es un viaje a las profundidades de nuestra naturaleza, un conectar con la intuición, con el recuerdo de nuestras abuelas y ancestras, que vivieron, gestaron y parieron. Es el reconocer en nuestro cuerpo y en nuestra experiencia, la energía de la vida que recorre nuestro propio linaje.

La maternidad y especialmente el parto, han sido considerados en muchas culturas como un rito de paso. Un hito en la vida, que produce una transformación profunda de la persona que lo vive y de quienes lo acompañan. Por ello, es tan importante comprender y atender las necesidades que se presentan en todos los aspectos de nuestro ser. Entender y acompañar la complejidad de nuestro proceso, nos prepara y ayuda para acogernos a nosotras mismas en el posparto. Porque el embarazo, no es sino el camino antes de cruzar el umbral del parto, destino a nuestro nuevo ser.

La mujer que eres, no es la que serás cuando tu cuerpo se abra a la vida. La mujer que hoy ves en tu espejo, será otra muy diferente cuando te mires en él, con tu bebé en brazos. Reconocer y vivir todos los aspectos de tu embarazo, te ayudaran a reconocerte y habitarte posteriormente. Porque en cada parto nacen 2 vidas, un bebé que llega y una mujer que renace.