El miedo al parto es uno de los temas recurrentes cuando hablo con vosotras. Pero ¿De dónde viene este miedo?, ¿Cómo podemos evitar que controle nuestra experiencia de parto?. Quédate y te lo explico en este Blog.
¿Por qué el parto genera miedo?
Te voy a contar un secreto, no es el parto en sí el que genera miedo, si no lo que nos han contado que es el parto. No creo que se pueda señalar un único responsable y como siempre, cada persona desde su vivenca alberga diferentes miedos que tienen diferentes raíces. Pero a modo general te diré que los responsables del miedo que tenemos al parto, son en realidad varios, yo los llamo, «los DES» y vamos a ponerles nombre:
LO DESCONOCIDO
LA DESINFORMACIÓN
LA DESCONEXIÓN
Te recomiendo leer el artículo completo, pues está lleno de información que puede nutrirte y «hacerte ese click» que necesitas, pero si no tienes tiempo o ganas de leerlo todo, puedes consultar la conclusión al final del texto en color azul.
Los «DES» tienen una raíz común, son miedos culturales: Estos miedos son heredados o aprendidos. Los recibimos del entorno, no sabemos si son reales o no, pero los asumimos e integramos como ciertos. Historial familiar de «malos partos», conceptos sociales aprendidos e instalados en el pensamiento colectivo: «el parto duele», «el parto es peligro». Imágenes instaladas en nuestro subconsciente de películas en las que se muestran mujeres tumbadas sufriendo y gritando. Estas son las únicas referencias que tenemos del parto en nuestra sociedad: El cine, la televisión, las experiencias que otras mujeres cuentan. Es decir:
Carecemos de información de primera mano o de vivencias relacionadas con el nacimiento
Vamos a desmontar los «DES»
LO DESCONOCIDO
Esta es la base de la mayoría de nuestros miedos. No tenemos ni idea de cómo funciona nuestro cuerpo y mucho menos cómo lo hace durante el parto. ¿Cómo es el parto?, ¿qué fases tiene?, ¿qué sensaciones físicas puedo sentir?, ¿cómo es una contracción y cuánto dura?, ¿cómo funciona mi cuerpo?.
La información te brinda: calma y seguridad.
Saber qué va a suceder en tu cuerpo te hará sentir segura con respecto al proceso de parto. Cuando no sabemos y surgen dudas recurrimos al «imaginario colectivo» de lo que es el parto, que es una construcción social de historias y narrativas irreales (como esas películas de Hollywood que te mencionaba antes) TU PARTO NO ES UNA PELÍCULA, olvídate de lo que hayas visto y oído hasta ahora.
¿Qué puedes hacer?
Informarte sobre el proceso de parto
Seguir en RRSS a profesionales ACTUALIZADOS.
Leer: Libros, artículos, escuchar podcasts
Acudir a clases de Preparación al parto y talleres de maternidad
LA DESINFORMACIÓN
Esta es peor que el desconocimiento, porque asumimos como reales, datos e historias que no son, ni por asomo se acercan a la realidad de un parto. Puedes encontrar toneladas de información poco precisa o directamente falsa cuando navegas en las redes sociales, en medios de comunicación o incluso en consultas médicas (por ejemplo: vamos a inducirte porque has pasado la semana 40 y es peligroso).
Luego está lo que yo llamo historias de segunda mano, «Me contaron que a la hija de….le pasó esto en el parto» estas historias pasan de boca en boca desvirtuándose hasta que llegan a nosotras y las procesamos y almacenamos en nuestros subconsciente como válidas, alimentando nuevos o viejos miedos. LAS EXPERIENCAS DE OTRAS PERSONAS SON SUYAS.
¿Qué puedes hacer?
Ser muy crítica con la información que recibes
Poner límites a las historias que te llegan
No asumir todo lo que escuchas como cierto
Contrastar todo lo que no «te encaje»
Hablar con una profesional que te de información clara sobre tus dudas y miedos
LA DESCONEXIÓN
La desconexión es una de las formas más crueles con las que se perpetua el miedo. Podemos hablar de desconexión a muchos niveles. A nivel corporal, la falta de confianza en nuestros instintos y nuestra fisiología perpetúa el miedo de que «algo salga mal». Quiero recordarte en este punto, que el parto es un acto involuntario que el cuerpo lleva a cabo de manera absolutamente mecánica y natural, como puede ser el respirar, el hacer la digestión o el dormir y volver a despertar. ESTÁS DISEÑADA PARA PARIR. Créetelo porque no necesitas más que esa certeza. Claro que puede surgir una complicación, lo mismo que durante cualquier otro acto fisiológico, pero no somos imperfectas, nuestros cuerpos saben volver al equilibrio y tenemos la suerte de contar con un equipo médico que nos asiste.
La segunda desconexión es la cultura: Estamos desconectadas socialmente de la comunidad. Antes vivíamos en pequeños núcleos, tías, hermanas, abuelas, primas. Todas estaban cerca unas de otras, se cuidaban, acompañaban e incluso ayudaban o acompañaban los partos con la comadrona. Pregúntale a tu abuela, seguro que ha visto parir a su prima, o ha estado presente en los cuidados del posparto.
El estar desconectadas de nuestra tribu, nos ha desconectado también de nuestros procesos, de ver parir y maternar a nuestras mujeres.
¿Qué puedes hacer?
Incluir prácticas que te ayuden a conectar con tu cuerpo, como el yoga o la meditación
Practica la autoescucha, analiza tus miedos y pensamientos con respecto al parto, te ayudará a ponerles solución a través de la información
Encontrar tu tribu, rodearte de mujeres que como tú están embarazadas o han sido madres
Vivir tu embarazo acompañada de pareja y familia y hacerles partícipes de tus necesidades
Conclusión:
RE-conoce tus miedos (para poder derribarlos)
En la mayoría de ocasiones los miedos no tienen un fundamento REAL se basan e ideas colectivas de lo que es o lo que nos han contado que es el parto. Socialmente el parto se asocia con dolor, indefensión y peligro, pero esto dista mucho de la realidad. Escúchate, ponles nombre y ve derribándolos uno a uno, busca asesoramiento profesional si lo necesitas (matrona, doula, psicóloga perinatal). Técnicas como el hipnoparto y la meditación te pueden ayudar a mantener los miedos a raya.
Sé crítica y busca información REAL
Protégete, elige de que información «te alimentas» lo mismo que seleccionas cuidadosamente los alimentos que consumes. Nutrirte con información real y de calidad te permitirá comprender el proceso de parto y te ayudará a sustituir los miedos por seguridad . Clases de preparación al parto en pareja, talleres de maternidad o personal actualizado pueden ser muy valiosas para ti.
Encuentra tus herramientas
Explora cual es lo que mejor te funciona para sentirte segura y en calma y agrégalo a tu rutina. Puede ser meditar, hacer yoga, nadar o simplemente llevar un diario dónde apuntar lo que necesites, miedos, dudas, agradecimientos…
Encuentra tu comunidad
No estás sola, busca una red que te sostenga, te escuche y te ayude a sentirte bien. Compartir tus inquietudes y sentimientos es fundamental en esta etapa. Clases de yoga, de matronatación o grupos de madres pueden serte útiles.
Y recuerda:
El parto es tu cuerpo expresando de manera magistral su capacidad de llevar un embarazo a término, un despliegue de fisiología y naturalidad, que poco tiene que ver con un evento al que temer.